Se dio el esperado encuentro entre el nieto 121 con su familia biológica. En la casa de su tía, Alba Lanzillotto, lo esperaban su hermano Ramiro, tios y primos en una reunión que se extendió por cuatro horas este jueves 6. «En cuatro días se concretó lo que busqué 40 años», resumió Alba.

«Qué lindo tenerte en casa alcancé a decirle cuando me abrazó», contó Alba a Telam sobre el encuentro. El nieto 121 estaba acompañado de su esposa y sus dos pequeños hijos. «Los más chicos se iban durmiendo y los más grandes se iban yendo, pero los hermanos no dejaron de hablar hasta último momento», continuó su tía.

Los familiares le dieron al nieto 121 un libro de poesías escrito por la madre, Ana María. «Ella escribía poesías antes de empezar a militar (en el PRT junto con su esposo), y me daba la impresión que al acariciar sus tapas no veía la hora de leerlos», comentó Alba, hermana mayor de Ana, quien fuera secuentrada en Villa Martelli y asesinada en 1976.

Sobre el nieto reveló que es una persona «muy abierta que estaba muy feliz”. Acerca de la familia que lo crio, según su tía, «le contaron la versión conocida. Que una partera les ofreció un recién nacido de una joven de 15 años que no quería criarlo y que lo aceptaron porque no podían tener hijos».

«A algunos primos que veía les decía que ya los conocía por Facebook porque se pasa las noches buscando información de su familia», relató Alba. Por otro lado afirmó que su nieto “está muy agradecido del cuidado que tuvieron en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y por el respeto que todos nosotros tenemos porque desde que sabe quién es, tiene la palabra y las decisiones».

Hasta el momento sus datos personales son resguardados tanto por Abuelas como por su familia, hasta que él decida hacerlo público.

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