El 30 de diciembre de 2004 ocurrió la peor tragedia no natural de la historia de la Argentina cuando se incendió el boliche República de Cromañón durante un show de la banda de rock Callejeros. El incidente sucedió cuando un espectador del público prendió una bengala, provocando que el techo revestido por una media sombra se prendiera fuego. El boliche terminó siendo una trampa mortal, con más espectadores que la capacidad permitida y con las salidas de emergencias cerradas con cadenas. Rápidamente llegaron al lugar personal de SAME, Bomberos y Policía Federal, encontrándose con una situación extrema. El siniestro dejó un saldo de 194 muertos y 1432 heridos. Además, 17 sobrevivientes se suicidaron en el lapso de estos once años.

Entre los fallecidos en la tragedia hubo ocho chicos que eran vecinos de Vicente López. Ellos eran Erika Broggi, Fernando Luis Aguirre, Fernanda Rojas, Jorge Maximiliano Arnaldo, Mariela Giselle Arnaldo, Roberto Gabriel Ibañez, Noelia Silvina Lanas, Eduardo Rubén Belzunce. El domingo 10 de junio de 2007 sus familiares inauguraron un Memorial en la Plaza Alem, ubicada en Alem y Marconi, en el barrio de Munro. Estos jóvenes pasaron a integrar una trágica lista que enluta a nuestro Partido, que comenzó a escribirse en la tragedia de Kheyvis en Olivos, ocurrida el 20 de diciembre de 1993. El incendio, que dejó 17 muertos, se trató del siniestro más grande en la historia de Vicente López y fue hasta la nefasta noche de Cromañón, la mayor tragedia en una disco que hubo en todo el país.

En el juicio por Cromañón se declararon culpables a los miembros de Callejeros, Patricio Fontanet, Eduardo Vázquez, Juan Alberto Carbone, Christian Torrejón, Maximiliano Djerfy y Elio Delgado; el manager de la banda, Diego Argañaraz, al responsable del boliche, Omar Chabán, y a los funcionarios Gustavo Torres, Fabiana Fiszbin y Ana Fernández. Todos ellos debían cumplir una pena de prisión. Unos años después la justicia resolvió concederles la libertad a los miembros de Callejeros, exceptuando a Eduardo Vázquez que debe cumplir con una pena por haber asesinado a su esposa. Por su parte, Omar Chabán también quedó libre pero porque padecía de cáncer. El empresario falleció en noviembre de 2014. Hasta el día de hoy, los familiares de las víctimas siguen reclamando justicia.